martes, 6 de agosto de 2019

siete años, siete

siete años ya,  siete
mirando de noche al cielo
buscando donde verte
llenandome de anhelos

cada día de recuerdos
los gritos silenciosos,
enloquecen los cuerdos
destino avaricioso.

y la pila se gastó
la calma del momento
y el alma se agotó
entre largos silencios

el segundero no marcó
y el tiempo se hizo lento
algo dentro se murió
y el recuerdo es eterno

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