martes, 24 de septiembre de 2019

vidas anonimas

una ciudad como otra cualquiera, con gente normal, metida en sus rutinas normales y pensando en. sus problemas normales. Caminando por una de las calles de esa ciudad iba Sonia. Sonia es una chica que camina de forma despreocupada, ese tipo de despreocupación de saber que no tiene que estar a una hora en un sitio, ella estaba buscando un sitio donde sentarse y simplemente respirar. giro su cabeza y entre la gente que caminaba se fijó en una señora que la miraba fijamente, una señora de unos 70 años, que poco a poco se acercaba a ella. Disculpa mi niña, acercándose al oído y casi susurrando, como si le diera vergüenza hablar más alto, mi marido es pensionista y no ha cobrado todavía, podrías darme un euro? Sonia, perpleja por la información, buscó en sus bolsillos y dentro de su bolso, saco su cartera y contó las escasas monedas que tenía, y se los dio a la señora. gracias, contestó ella, por lo menos podré comprar pan. Sonia siguió su camino con un eco que retumbó en su cabeza y se repetía sistemáticamente: "por lo menos podré comprar pan". Cuanto más la recordaba, mas se iba rompiendo. Decidida, se metió en el supermercado más cercano y sin vacilar metió en la cesta un pack de pan, cereales, leche, huevos, arroz y loncheado de pavo. Camino hacia el Banco donde estaba la señora, extendió su brazo y le dijo, tome, para usted!  La señora entre agradecida e intentado justificarse le dijo que si podía mirar su espalda, y si podía que veía. Su espalda tenía un aposito que tapaba algo mas, la señora la miro y dijo, son parches de morfina, no aguanto el dolor de huesos, pero muchas gracias, que Dios te bendiga.
la señora se quedó en su Banco y Sonia siguio su camino, vidas anónimas que se encontraron en un momento puntual y siguieron su camino, en medio del bullicio de las miles de personas anónimas que caminan por las calles de la ciudad, una ciudad como otra cualquiera con personas y problemas anónimos como otro cualquiera.

sábado, 21 de septiembre de 2019

el olvido es amargura

como ramas que abrazan la Luna
como manos que mecen la cuna
como una tarta llena de dulzura

y una mente que madura
donde ganan las lagunas
donde pierde la frescura

donde el olvido es amargura
donde la paz se disimula.
y la tristeza se acumula...